lunes, noviembre 06, 2006

La fiebre del oro

Quizá desde Lima no pueda percibirse con claridad, pero una fiebre del oro recorre el país de punta a punta. Si hace 20 años el Perú producía nueve toneladas anuales, y hace diez producíamos 65, el 2005 batimos por enésimo año consecutivo nuestro propio récord y produjimos 208 toneladas, una cifra mayor a todo el oro producido en la década del 80. Así, de ser casi un nadie entre los países productores de oro a principios de los 90, el Perú pasó a ocupar el quinto lugar en el mundo, superando a potencias auríferas como Rusia e Indonesia.
Si bien el año pasado en nuestro proyecto-Alto Chicama (Barrica, La Libertad) – empezó a producir, para que el próximo gran proyecto, Cerro Corona (Gold Fields, Cajamarca), que se encuentra en construcción, inicie su producción habrá que esperar uno o dos años. Aún así, los estimados del Ministerio de Energía y Minas (MEM) son optimistas y pronostican un crecimiento del 10%. Y si queremos tener una idea del potencial en el media plazo, basta decir que hay alrededor de 140 prospectos de explotación aurífera en el país, una cifra tan grande como el apetito mundial por el oro que, aparentemente, todavía está lejos de saciarse.
Los informales también son un excelente barómetro de la producción del oro, y por una razón muy simple: la mayor parte de la minería artesanal es aurífera. Es más, hay quienes afirman que antes de que Yanacocha entrara en producción en 1993, los mineros informales eran los mayores productores de oro del país.

EL PERÚ SE HA CONVERTIDO EN EL QUINTO PRODUCTOR MUNDIAL DEL ORO PERO CON LA EXPANSIÓN DE LA PRODUCCIÓN SE HAN MULTIPLICADO LOS CONFLICTOS. ¿QUÉ TAN BRILLANTE ES EL FUTURO DEL ORO?

No existen muchos estudios que permitan saber si este sector subterráneo pro importante de la producción de oro ha crecido o no, pero según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el 2001 la minería artesanal daba trabajo a alrededor de 2000.000 peruanos. La tecnificación de los micromineros que operan en los ríos de Madre de Dios sí parece aportar evidencia suficiente de crecimiento entre los informales. De hecho, el 2005 la producción de los mineros artesanales de Madre de Dios creció en cerca del 9%.

FACTOR PRECIO
Los precios del oro son un tema aparte. Guillermo Albareda, de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNM-PE), sostienen que el crecimiento exponencial en nuestra producción de oro se debe a un conjunto de factores, entre ellos, “las inversiones efectuadas, la mejora de las operaciones mineras, y la producción de Yanacocha”. Pero por encima de todo, detrás de este crecimiento está la demanda mundial de oro, que empezó a crecer exponencialmente a mediados de los 80 y que finales de los 90 empezó a superar las 2.500 toneladas anuales. Este voraz apetito, que parece no tener fin, viene jalando el precio de este metal precioso hacia arriba en forma incesante. Al cierre de esta edición, la onza de oro se cotizaba en el mercado mundial a US$650. Es el precio más alto alcanzado por el oro en los últimos 20 años. Y no faltan los que creen que puede llegar a US$800 e incluso romper la barrera de los US$1.000. “La sensación que yo tengo es que aún existe mucho techo”, sostiene Guillermo Arbe, jefe de Análisis Global de Apoyo Consultoría. “Creo que estamos a la mitad de un ciclo, pero que pueden haber todavía 3 o 4 años más de subida, y creo que el precio puede superar los US$800”. Arbe sustenta su posición señalando que las causas detrás de la creciente demanda mundial no son precisamente de corto plazo. Quizá la más trascendental sea la pérdida de confianza en el dólar (debido en gran medida al enorme déficit fiscal de EE.UU.), lo que genera la búsqueda de otros refugios de valor como oro. Finalmente, algunos países cuyas poblaciones son por tradición muy aficionadas al oro están experimentando un boom económico, siendo los casos más prominentes China e Inglaterra. Esta suma de factores hace pensar a muchos expertos que el elevado precio actual no es parte de un ciclo normal de oro, sino un ciclo inusualmente largo, de un megaciclo. Y es por eso que se especula que todavía quedan muchos años de bonanza. Para que no caiga la producción aurífera, sin embrago, hace falta que se descubran y entren en operación nuevos yacimientos. Solo así, aseguran los expertos, se podrá mantener la producción y satisfacer la enorme demanda.

LOS PARIAS DEL ORO
Lamentablemente, estas no son necesariamente buenas noticias para los 50.000 niños, niñas y adolescentes que la OIT ha estimado que trabajan en la minería artesanal en el Perú la cuarta parte del total de mano de obra involucrada en este subsector, según un estudio del 2001. Como se ha denunciado en múltiples ocasiones, el trabajo infantil puede darse al interior de la familia, pero también es muchas veces forzoso. Los adolescentes que trabajan en Madre de Dios, por ejemplo son reclutados en las zonas altas de Puno y Cusco con promesas falsas y pequeños adelantos de dinero. Pero sea en el marco de la familia o de la explotación descarada, los niños son muy vulnerables al trabajo artesanal, debido principalmente al impacto del mercurio en el desarrollo del sistema nervioso. El mercurio, sin embargo, es uno de los múltiples peligros que acechan al menor de edad en el trabajo del oro. En los lechos mineralizados de los ríos de Madre de Dios, cuadrillas de adolescentes deben bucear bajo las aguas lodosas para remover la grava del fondo del río y extraer el mineral.
Pero el hecho de que la enorme mayoría de mineros artesanales viva en la informalidad no significa que deseen seguir viviendo en estas condiciones. “Existe la idea de que el minero artesanal quiere ser informal, pero la realidad ha demostrado que quieren formalizarse”, sostiene Kathia Romero, funcionaria de la OIT. “De hecho, fueron ellos los que se organizaron e impulsaron la ley de formación”. La iniciativa, de acuerdo con Romero, fue tomada por los mineros artesanales del eje sur medio, entre Nasca y Arequipa, y desde el 2002 el Perú cuenta con una Ley de Formalización de la Pequeña Minería Artesanal (Ley 27651). De acuerdo con el economista José De Echave, de la ONG Cooperación, algunos de los ejemplos más destacados de focalización a la fecha se han dado en el eje Ananea-Puno, otro importante foco de actividad minera artesanal, a 5.400 metros de altura, en donde hay experiencias de pequeños mineros que han logrado formalizar sus denuncios de acuerdo a ley.

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