. Buscan reducir contaminación por mala eliminación de recipientes tóxicos
. Comerciantes venden bidones que contenían peligrosas sustancias
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió hace más de diez años que en los países en desarrollo la reutilización de los envases de plaguicidas para almacenar agua, alimentos y combustible representa un problema importante.
"Por mucho que se laven las paredes internas del envase seguirán soltando residuos que contaminarán todo lo que se introduzca en él, por ello es importante tomar las medidas oportunas para que todos los envases de plaguicidas usados se destruyan, eliminen o reciclen, con el propósito de impedir su utilización con fines no autorizados", señalaba un informe de ese organismo mundial.
Esa advertencia ha conllevado a que las empresas dedicadas a la producción y distribución de agroquímicos en el Perú promuevan en lca la instalación y funcionamiento de la primera planta de procesamiento de estos peligrosos recipientes de plástico. De este modo buscan disminuir drásticamente los riesgos de contaminación que implica su segundo uso y atenuar el impacto que ocasiona en el medio ambiente su errónea eliminación. Se estima que anualmente se usa en el país diversos agroquímicos, por un monto que supera los cien millones de dólares.
"Ese uso genera residuos contaminantes constituidos, principalmente, por envases usados vados de plástico que superan en volumen las 8OO toneladas anuales", revela Alfredo Malarín Flores, gerente general de Campo Limpio, una asociación de empresas que producen y distribuyen agroquímicos que, a partir de ahora, se encargará del manejo y eliminación adecuados de los envases que usan..
La planta se instaló en el distrito iqueño de Pueblo Nuevo, a la altura del kilómetro 314 de la Panamericana Sur, debido a que es Ica se ha convertido en la primera región agroexportadora del país. Ello ha generado el uso de una considerable cantidad de agroquímicos que lleva a descartar mensualmente unas 10 toneladas de envases.
De acuerdo con Miguel Chiaway Chong, un importante distribuidor de agroquímicos en la zona sur del país, el crecimiento de la agroexportación conlleva un mayor uso de estos insumos.
"Por mucho que se laven las paredes internas del envase seguirán soltando residuos que contaminarán todo lo que se introduzca en él, por ello es importante tomar las medidas oportunas para que todos los envases de plaguicidas usados se destruyan, eliminen o reciclen, con el propósito de impedir su utilización con fines no autorizados", señalaba un informe de ese organismo mundial.
Esa advertencia ha conllevado a que las empresas dedicadas a la producción y distribución de agroquímicos en el Perú promuevan en lca la instalación y funcionamiento de la primera planta de procesamiento de estos peligrosos recipientes de plástico. De este modo buscan disminuir drásticamente los riesgos de contaminación que implica su segundo uso y atenuar el impacto que ocasiona en el medio ambiente su errónea eliminación. Se estima que anualmente se usa en el país diversos agroquímicos, por un monto que supera los cien millones de dólares.
"Ese uso genera residuos contaminantes constituidos, principalmente, por envases usados vados de plástico que superan en volumen las 8OO toneladas anuales", revela Alfredo Malarín Flores, gerente general de Campo Limpio, una asociación de empresas que producen y distribuyen agroquímicos que, a partir de ahora, se encargará del manejo y eliminación adecuados de los envases que usan..
La planta se instaló en el distrito iqueño de Pueblo Nuevo, a la altura del kilómetro 314 de la Panamericana Sur, debido a que es Ica se ha convertido en la primera región agroexportadora del país. Ello ha generado el uso de una considerable cantidad de agroquímicos que lleva a descartar mensualmente unas 10 toneladas de envases.
De acuerdo con Miguel Chiaway Chong, un importante distribuidor de agroquímicos en la zona sur del país, el crecimiento de la agroexportación conlleva un mayor uso de estos insumos.
VENDEN ENVASES TÓXICOS
El funcionamiento de esta planta de red dado buscará reducirla contaminación que producen estos envases vacíos en los suelos y en las fuentes subterráneas de agua cuando son enterrados, arrojados a campos abandonados, cauces de ríos y acequias. Se busca, además, atenuar el impacto que provoca en el ambiente la emanación de humos tóxicos cuando los envases son incinerados. Sin embargo, según Malarín, el principal objetivo será evitar que se comercialicen en tiendas y mercados para almacenar agua y diversos líquidos.
Ayer, en un recorrido por la cuarta y quinta cuadra de la céntrica avenida Grau, a escasos 300 metros de la Plaza de Armas de la ciudad iqueña, este Diario comprobó la venta indiscriminada y sin control de recipientes de plástico en tiendas e inclusive viviendas acondicionadas por sus propietarios. La misma situación se registra en los distritos de La Venta, Pachacútec y Santiago, donde la agricultura es la principal actividad.
"Los llevan para guardar agua, pero también los usan para el vino y pisco", afirmó una vendedora. Según ella, las tiendas que venden envases son abastecidas por algunos fundos que les entregan bidones que antes habían almacenado ácido fosfórico y otros agroquímicos.
Los envases que se expenden sin mayor control conservan intactas las etiquetas en las que se advierte que su mala manipulación puede ocasionar graves quemaduras e irritación a la piel y a los ojos. Lavarlos bien antes de usarlos es la única recomendación que los vendedores les hacen a los compradores. "Les decimos a los compradores que laven estos envases con detergente y los dejen remojando por tres días antes de utilizarlos", señaló la vendedora que no quiso identificarse.
Se estima que la planta procesará 150 toneladas de envases de agroquímicos, de un total de 800 toneladas que genera el sector agrícola en el país. Antes de fin de año se abriría una segunda planta en Lambayeque y, a mediados del próximo año, funcionaría una similar en Arequipa.
De acuerdo a Malarín, la nueva planta de lea es parte de las buenas prácticas agrícolas que mercados europeos, asiáticos y norteamericanos exigen a los productores nacionales. "Las certificaciones internacionales que alcanzan muchos de nuestros agroexportadores exigen contar con un sistema de eliminación de envases compatible con el medio ambiente", refirió.
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