Nuestra necesidad de energía eléctrica actual será duplicada para el 2016 principalmente por la demanda de las empresas mineras para sus respectivos proyectos.
Los datos del vice ministerio de energía refieren que en el 2009 se consumieron 29,800 gigavatios por hora (GW/h) y que en el 2016 se necesitarán 56,000 GW/h. El problema que se plantea es como y de donde se generarán estos requerimientos energéticos.
Si bien es cierto que el gobierno adjudicó el año pasado (2010) 26 proyectos de energía renovable, estos no contribuirián sustancialmente con el deficit. Existen algunos proyectos más significativos (Kallpa generación, Enesur, la 2da etapa de Machu Picchu) pero el suministro más importante provendrá del gas natural a través de la ampliación del gaseoducto de Camisea.
La ampliación está a la espera de la aprobación de su estudio de impacto ambiental (EIA) luego del cual iniciará su construcción que duraría dos años. Se estima que dicha aprobación podría darse en marzo del presente año, por lo cual la ampliación del gaseoducto funcionaria a mediados del 2013.
Básicamente esto implica posibles licitaciones para la generación de energía, vía la utilización de diesel y ante un precio proyectado de $110 el barril de petroleo para fines del 2012, el panorama puede tomar visos poco prometedores. La alternativa deseada recae en el incremento de las lluvias a fin de obtener la energía via hidroeléctricas, lo cual es incierto tal como se muestra el clima de incierto.